su
mérito consistió en entender el malestar de los estadounidenses víctimas del
vendaval de la globalización, las clases medias que no han dejado de perder
poder adquisitivo en las últimas décadas, los que han visto cómo la gran
recesión paralizaba el ascensor social, los que asisten desconcertados a los
cambios demográficos y sociales en un país cuyas élites políticas y económicas
les ignoran. los blancos de clase trabajadora —una minoría antiguamente
demócrata que compite con otras minorías como los latinos o los negros pero que
carece de un estatus social de víctima— han encontrado en Trump al hombre
providencial. también la corriente racista que existe en el país de la
esclavitud y la segregación halló en trump un líder a medida.
Trump pronosticó durante la campaña
un brexit multiplicado por
cinco, en alusión a la decisión de Gran Bretaña, en referéndum, de salir de la Unión Wuropea. y se ha cumplido. la furia populista a ambos lados del atlánticoconsigue así su mayor
victoria. el golpe se dirige a las élites estadounidenses y globales. y es una
prueba de que tiempos de incertidumbre son el caldo de cultivo idóneo para los
líderes con los sensores para identificar los temores de la sociedad y
con un mensaje simplificador que identifique al enemigo interno y externo.
Los interminables escándalos, reales o inventados, de
clinton lastraron su candidatura. pocos políticos se
identificaban tanto con las élites como ella. a fin de cuentas, es la esposa de
un presidente y EE UU,
una república fundada contra las dinastías, ya tuvo suficiente con los
presidentes Bush padre e hijo.
Los estadounidenses querían probar algo
distinto, y en un año de cambio, después de ocho con un demócrata en la casa
blanca, no había candidato más nuevo que trump. ninguno representaba mejor que
él un puñetazo al sistema, el intento de hacer borrón y cuenta nueva con la
clase política de uno y otro partido. no importaron sus salidas
de tono constante, ni sus mentiras, ni sus ofensas a los
excombatientes, ni sus declaraciones machistas. no importó que ee uu tuviese un
presidente popular del mismo partido demócrata, ni que la economía hubiese
crecido a ritmo sostenido en los últimos años y el desempleo se hubiese
reducido a niveles de plena ocupación.
La victoria del republicano deja una sociedad
fracturada. las minorías, las mujeres, los
extranjeros que se han sentido insultadas por trump deberán acostumbrarse a
verlo como presidente. también deja una sociedad con miedo. el presidente
electo ha prometido deportar a
los 11 millones de inmigrantes sin papeles, una operación
logística con precedentes históricos siniestros. el veto a la
entrada de los musulmanes vulnera los principios de igualdad
consagrados en la constitución de ee uu.
Su
inexperiencia y escasa preparación alimentan la incógnita sobre cómo gobernará.
una teoría es que una vez en el despacho oval se moderara y que, de todos
modos, el sistema de contrapoderes frene cualquier afán autoritario. la otra es
que, aunque este país no haya experimentado un régimen dictatorial en el
pasado, las proclamas de trump en campaña auguran una deriva autoritaria.
Hay
momentos en los que las grandes naciones dan giro brusco. cuando se trata de
estados unidos de américa, el giro afecta a toda la humanidad. el 8 de noviembre
de 2016 puede pasar a la historia como uno de estos momentos.
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