Luis
Fajardo, BBC Mundo, (@luisfajardo20)
Las
supermodelos dominicanas que causan furor en la industria global de la moda no
siempre fueron mujeres exitosas.
Una simple
modelo se convierte en "supermodelo" cuando se hace mundialmente famosa,
pero también cuando de alguna manera se convierte en símbolo de su época.
En efecto,
el fenómeno de las supermodelos nació a principios del siglo XX.
Muchas
empezaron siendo pobres, ignoradas y, a los ojos de muchos de sus
conciudadanos, incluso feas, por cuenta de lo que ellas mismas describen como
el racismo imperante en su país.
Una
situación que contrasta marcadamente con el espectacular reconocimiento que
están recibiendo a nivel internacional.
La revista
Vogue, el oráculo de la moda, sentenció en octubre pasado que las dominicanas,
muchas de ellas negras, han reemplazado a las rubias brasileñas y rusas como
"las modelos de las que todo el mundo está hablando".
Lineisy
Montero, Ysaunny Brito están entre las dominicanas que dominan las pasarelas
europeas.
Sus rostros
aparecen en las carátulas de las principales revistas de la industria y son la
imagen de las campañas publicitarias más sofisticadas.
Una
situación que pocas de ellas se habrían podido imaginar hace apenas unos meses.
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Ascenso
meteórico
Lineisy
Montero, la modelo número uno en el mundo en la presente temporada, apenas
llegó a las pasarelas internacionales en 2015.
Ella y su colega supermodelo Ysaunny Brito son negras.
"Yo
sufrí de racismo en mi propio país", le dice a BBC Mundo Ysaunny Brito.
"Un
país de negros no puede ser racista", se queja Brito.
¿No
apreciaban sus compatriotas su belleza? "No. Vinieron a apreciarla luego
de que alguien afuera lo hizo. De verdad les abrió los ojos que no hay que ser
blanca para ser bella", le asegura a BBC Mundo.
Una
industria cambiante
Por
supuesto, el racismo en la moda no se limita a República Dominicana.
La inmensa
mayoría de las modelos internacionales son blancas, y la llegada de estas
caribeñas al pináculo de la fama es parte de una revolución de imagen en esa
exclusiva industria.
Janelle
Okwodu, la periodista de Vogue que escribió un artículo que subraya los
recientes éxitos de las dominicanas, no se sorprende con que estén de moda.
"Las
modelos dominicanas siempre han sido parte de la conversación", le dice a
BBC Mundo. "En el pasado tenían chicas excelentes como Arlenis Sosa, Rose
Cordero y Omahyra Mota. Ahora tienen a Lineisy Montero y a Ysaunny Brito, que
son increíbles".
Y llegaron
en el momento indicado, dice la comentarista.
"Estas
chicas han llegado al reflector en un momento en que los directores de casting
y diseñadores están a la búsqueda de belleza moderna, multicultural".
"La
nueva generación de modelos de la República Dominicana representa eso, pero
también es que son simplemente muy buenas modelos, que hacen que la ropa luzca
muy bien", le puntualiza Janelle Okwodu a BBC Mundo.
El
descubridor
En muchos
casos, el camino de estas modelos desde el anonimato a la fama ha pasado por la
empresa de un descubridor de talentos en Santo Domingo, Sandro Guzmán.
Su agencia,
Ossygeno Models Management, las encontró caminando en la calle o en eventos
nacionales de modelaje organizados por Guzmán.
"Hemos
conseguido más de 60 contratos internacionales, incluyendo tres entre las 50
más cotizadas del mundo", le dice a BBC Mundo.
Reconoce que
su trabajo de abrirles paso en la industria se ha hecho más expedito a medida
que crece su fama.
"Al
principio era súper difícil . Ahora es mucho más fácil por el éxito de las
dominicanas. Lineisi Montero, por ejemplo, tuvo 67 desfiles esta temporada, más
que ninguna otra modelo. Nunca una mujer negra y menos latina había ocupado la
posición número uno en la cantidad de desfiles. Tiene la campaña de Chanel,
Givenchy y Prada".
Guzmán
piensa que, en parte, el éxito de sus compatriotas se debe a la diversidad
étnica del país, que hace posible que cubran muchos estándares distintos de
belleza.
Lo mismo
opina Carlos Lamarche, comentarista dominicano de la moda, radicado en Nueva
York.
"Es la
mezcla étnica de africanos, tainos, y europeos. La imagen de la modelo
dominicana no te remite a un solo lugar. Tenemos modelos que parecen de
Etiopía, o podrían ser de India", le dice a BBC Mundo.
Pero
Lamarche asegura que hay tambien factores prácticos.
"La
República Dominicana está cerca a Nueva York, es más fácil que una chica venga
acá, no es lo mismo para una aspirante a modelo de Brasil o de Rusia. Muchas
tienen casas de familia o amigas en donde pueden quedarse mientras buscan el
éxito".
La carrera,
advierte Lamarche, es muy difícil.
Las modelos
llegan con un contrato pero sin garantía alguna de ingresos. Tienen dificultad
para conseguir visas y luego para subsistir mientras buscan su momento de
estrellato.
"Son
jóvenes, pero como muchas de ellas necesitan sacar a sus familias de la
pobreza, se esfuerzan. Se dejan guiar, tienen disciplina", asegura
Lamarche, quien en este momento trabaja en la realización de un documental,
"Dominicanas", sobre la historia de estas modelos.
El sueño
¿Pero
cuántas modelos dominicanas alcanzan su sueño profesional en el exterior?
"A
niveles de superestrellas hay unas 12. En cuanto a modelos firmadas por
agencias en Nueva York, París, Milán o Londres, debe haber unas 300, incluyendo
hombres", estima Lamarche.
Son pocas
las personas escogidas, pero para ellas las oportunidades que se abren son
enormes.
"En un
95% son chicas muy humildes. Con esto pueden viajar, cambiar el destino de sus
familias", dice Sandro Guzmán.
"En un
95% son chicas muy humildes. Con esto pueden viajar, cambiar el destino de sus
familias", dice Sandro Guzmán.
Y por
supuesto, está la contribución que hacen a cambiar algunos paradigmas racistas
en su país y en el extranjero.
"En
República Dominicana crecieron con el bullying de ser la más alta de su curso,
que no tienen el cabello 'bueno'", apunta Lamarche.
Sandro
Guzmán está de acuerdo: "Estas mujeres en República Dominicana no son
catalogadas bellas. Claro, una vez triunfan en el extranjero, son
aceptadas".
Ahora han
logrado llegar a la cumbre de su profesión. El consejo que le dan a las
dominicanas que quieran emularlas, es de tener paciencia.
"Es un
trayecto muy fuerte. Una disciplina muy fuerte. Hay que tener fe", le dice
Ysaunny Brito a BBC Mundo.
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