Por Orlando
Jorge Mera.
Una campaña
reeleccionista que fue iniciada el mismo 16 de agosto de 2012 por el propio
presidente Danilo Medina, fue aperturada “formalmente” por la Junta Central
Electoral el pasado día martes 2, en un proceso previo a las elecciones que ha
sido complejo y con situaciones inéditas en la vida política nacional. Con
apenas un año de formado, el PRM ha hecho la hazaña de convertirse en la
principal fuerza de oposición y ser hoy la opción del cambio que representa
Luis Abinader.
Las últimas
encuestas y sondeos han confirmado la irreversible tendencia: Danilo Medina
baja y Luis Abinader sube. Rompiendo sus propias promesas y con el poder del
Estado a su favor, el presidente Medina pasó de ser el “más popular” a estar al
borde del 49% y bajando. El pueblo ha despertado y para bien.
Si en julio
de 2015, el hoy candidato presidencial de la oposición Luis Abinader, alcanzaba
el 17.4%, en la misma encuesta de febrero de este año, consiguió el 35.7%, es
decir, el doble de las preferencias que hace seis meses. Por el lado contrario,
a Danilo Medina se le acabó la fiesta y pasó del 62.% a un 51.8%, 10 puntos
menos en el mismo período de tiempo.
Mientras
Danilo baja estrepitosamente, Luis sube de forma espectacular, tendencia que se
encamina a primero, forzar una segunda vuelta, y segundo, a un escenario
electoral que nadie en el PLD daba por hecho, como es el de su caída en picada,
por sus promesas incumplidas y por faltar a su palabra.
Los hechos
explican este escenario electoral. La gente esperaba el sometimiento de
funcionarios ante el rumor de la corrupción; nada ocurrió. Esperaba además una
lucha frontal a la inseguridad y la delincuencia; nada ocurrió. Esperaba por
fin que los apagones cedieran; hoy son más frecuentes y con un Pacto Eléctrico
amarrado con fuentes energéticas obsoletas. No hay un solo problema nacional
resuelto en 12 años consecutivos del PLD en el gobierno.
Y lo más
grave ha sido que el PLD sepultó su democracia interna, con la imposición de la
repostulación de Danilo, y el pacto interno para blindar impunidad a los
funcionarios acusados de corrupción y reelegir a sus actuales diputados,
senadores y alcaldes. Muy distinto a lo que exhibe el PRM.
Los hechos
explican por igual el ascenso de Luis. Su puerta a puerta en cada rincón del
país, la crítica constructiva y bien fundamentada, la agenda de temas en la
opinión pública que preocupan a la gente, y sus propuestas de soluciones han
tenido un impacto tal que cada día más se eleva la bandera del cambio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario