Una persona
llevó un boleto pero los funcionarios dijeron que estaba demasiado dañado
LOS ÁNGELES.
Quizá se terminó la suerte para un ganador del premio mayor de la Lotería de
California. Al parecer a la persona se le escurrieron de las manos 63 millones
de dólares.
Nadie se
presentó en la oficina de la lotería estatal antes de las 5 p.m. del jueves con
el boleto, vendido el 8 de agosto pasado en una tienda 7-Eleven en el barrio
Chatsworth de Los Ángeles. Nadie tampoco presentó un reclamo de cobro
verificado por el premio, dijo Alex Traverso, vocero de la lotería.
Una demanda
interpuesta el miércoles en Los Ángeles busca que un juez declare un ganador.
Brandy Milliner afirma que él ya entregó el boleto, pero funcionarios le
dijeron que estaba demasiado dañado para ser procesado.
Traverso
señaló que la Lotería está analizando el reclamo.
“Ciertamente
tenemos algunas reclamaciones por investigar”, dijo en un correo electrónico
poco antes de la fecha y hora límite del jueves 4 de febrero a las 5 p.m. “Así
que podemos decir que hasta este momento nadie se ha presentado con el boleto
ganador, pero hemos tenido muchas averiguaciones y el potencial de más
reclamos”.
Si ninguno
de los reclamos llega a buen fin, será el premio más alto no reclamado en la
historia de la Lotería de California y el dinero será entregado a las escuelas
del estado.
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